Perros muertos
El sabado vi correr a un perro muerto...
Pasó a mi lado, con su lengua ondeando al aire y su cola agitandose,la saliva cálida corría por su boca y su respiración era regular, tenía un pelaje grisaceo y pintas de callejero; pero no importa porqué estaba muerto.
Sucedió de repente, el perro nunca lo vió venir, la muerte en forma de carro lo encnontró casi al llegar a la acera opuesta. Dió un par de boqueadas y expiró.
Viridiana lloró, yo solo me quedé ahí parado como imbecil, pensando que solo un momento antes ese saco de carne y huesos molidos estaba vivo, y ya no más, ya no más...
De repente fuí consciente de mi propia mortalidad y, aunque siempre había creido estar al tanto de ella el conocimiento me golpeó como nunca antes.
"Soy el perro", pensé, "y corro por la carretera hacia ningún lado en una carrera sin sentido alguno, un día un carro me va a matar y no voy a valer mas que ese cadaver de ahí"
Imaginé -ví- una carretera llena de perros corriendo, todos juntos hacia todas direcciones sin ningún sentido, pisotenado los cadaveres de los caídos, alimentandonos de ellos, perros cayendose de viejos y expirando sin que a los demás les importara, perros... perros... perros...
Viridiana seguía llorando, la abracé; el maquillaje se le escurría un poco con las lágrimas, fue a corregirlo; volteé a ver el cadaver, luego di media vuelta y la seguí en mis dos (¿cuatro?) patas.
Pasó a mi lado, con su lengua ondeando al aire y su cola agitandose,la saliva cálida corría por su boca y su respiración era regular, tenía un pelaje grisaceo y pintas de callejero; pero no importa porqué estaba muerto.
Sucedió de repente, el perro nunca lo vió venir, la muerte en forma de carro lo encnontró casi al llegar a la acera opuesta. Dió un par de boqueadas y expiró.
Viridiana lloró, yo solo me quedé ahí parado como imbecil, pensando que solo un momento antes ese saco de carne y huesos molidos estaba vivo, y ya no más, ya no más...
De repente fuí consciente de mi propia mortalidad y, aunque siempre había creido estar al tanto de ella el conocimiento me golpeó como nunca antes.
"Soy el perro", pensé, "y corro por la carretera hacia ningún lado en una carrera sin sentido alguno, un día un carro me va a matar y no voy a valer mas que ese cadaver de ahí"
Imaginé -ví- una carretera llena de perros corriendo, todos juntos hacia todas direcciones sin ningún sentido, pisotenado los cadaveres de los caídos, alimentandonos de ellos, perros cayendose de viejos y expirando sin que a los demás les importara, perros... perros... perros...
Viridiana seguía llorando, la abracé; el maquillaje se le escurría un poco con las lágrimas, fue a corregirlo; volteé a ver el cadaver, luego di media vuelta y la seguí en mis dos (¿cuatro?) patas.
1 Comentarios:
viridiana?
Tu hermano mayor que nunca tuviste y nunca quisiste tener...
Por
Anónimo, A la/s
6:40 p.m.
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