De pintores ciegos, finales del mundo y otras cosas que acontecieron.

viernes, abril 30, 2004

Catorce mil quinientos

Antes que nada, este es un relato erotico que me envió un amigo por mail, lo publico aquí por que la redacción me pareció excelente, sencilla y elegante, no es pornografía, es erotismo.
Si de cualquier manera esto los ofende, les sugiero no leer este post, si lo hacen, recuerden que se los advertí y no vengan a reclamarme, despues de todo este es mi espacio.
Advertidos quedan.
PiLLi



Al principio no tuve suerte. No sé cómo ni por qué, me encontré en medio de un grupo de hombres coloradotes y panzones de mediana edad. Hablaban a gritos. Al reír, les temblaba la tripa igual que un flan cuando se remueve el plato. Me largué en cuanto pude. Con franqueza, hay cosas mejores que encontrarse rodeado por una veintena de bebedores de cerveza, desnudos como vinieron al mundo. El menda tiene otro concepto de la aventura.

Me abrí paso entre el gentío –catorce mil quinientas personas; se dice pronto- en busca de mejor acomodo. Me di de bruces con una cuarentona entrada en carnes, de pechos llenos y pezones abultados. La mujer no estaba nada mal. Tenía pinta de descarada. Le sonreí. Me sonrió. Nos sonreímos.


- ¿Cuándo empezará esta movida? –le pregunté por decir algo.


- Supongo que enseguida.

Tenía la voz agradable. Un punto más a su favor. La contemplé a mis anchas. No muy alta. Más bien llenita. Para ser chica Playboy le sobraban veinte años y quince kilos, pero jamás me gustaron las nenas de plástico. Esta tenía algo. Se la veía acogedora. Una mujer con la que sentirse cómodo. Se notaba la marca del bikini: Rostro, estómago, piernas y brazos, morenos. Pechos, vientre y nalgas, de una blancura que casi lastimaba. En la entrepierna, un matojo de vello oscuro.


- Me llamo Carlos ¿y tú? Porque supongo que puedo tutearte.

Claro que podía. Hubiera resultado absurdo que anduviéramos con protocolos, estando no ya los dos, sino los catorce mil quinientos, desnudos como gusanos.


- Yo soy Nuria.


- ¿Has venido sola?

Cuánto más la miraba, más rebuenota me parecía.


- Estoy con mi hija y con su novio.

Aposté mentalmente porque su hija se llamara Jessica o Vanesa. Es el destino de las hijas de las Nurias y las Montses. Se llamaba Vanesa. Más bien poquita cosa, pechitos en forma de pera con pezones rosados y boca de chupona. El novio, un chaval majo, aunque la tenía pequeñita.


-El fotógrafo ese estará contento. Somos un montón.

El fotógrafo se llamaba –y llama- Spencer Tunick. Está un poco pirado. Le da por retratar al personal en pelota, pero a lo grande. Nada de uno ni de dos. Por menos de quinientas personas, no le quita la funda a la cámara. Va por el mundo montando el número y tanto le da liarla en Sao Paulo, en Melbourne o en Santiago de Chile. Le ha encontrado el truco a eso de viajar gratis. Ahora era el turno de Barcelona.”Quien quiera posar desnudo, debe acudir a la Plaza de Espanya el 8 de junio de 2003 a las cuatro de la madrugada”. No pagaban ni un euro. Acudimos catorce mil quinientos. Luego dicen que los catalanes nos movemos por la pasta. Se montó un gigantesco vestuario – para quitarse la ropa- en el Palacio de Metalurgia de la Feria. Por un lado entramos catorce mil quinientos textiles y por el otro salimos catorce mil quinientos hombres y mujeres en plan Adán y Eva antes del rollo de la manzana. Lo más duro fue abandonar los teléfonos móviles. Uno se siente desnudo sin ellos.

Me alegré de haber acudido a la movida. La Nuria me apetecía cada vez más. Me juré que no se escapaba viva. ¿La hija y el novio? Nada importante. Los despistaríamos cuando fuera oportuno. No sé si alguno de vosotros suele charlar de vez en vez con tías buenas, hijas y novios en la confluencia de la Plaza de Espanya con la Avenida de María Cristina de Barcelona, culos, tetas, coños y vergas a la vista de vecinos y transeúntes. Si no lo habéis hecho, os lo recomiendo. Vale la pena. Uno respira autenticidad. Sencillez. Libertad. La normal y pacata escala de valores se va a hacer puñetas. Vivir resulta menos adocenado. Más alegre.

Un murmullo.


- Esto ya va de veras.

Lo iba. El tal Spencer Tunick, provisto de un megáfono, daba instrucciones desde lo alto de una grúa móvil. Teníamos que tendernos en el asfalto mirando al cielo. Lo hicimos. Nuria se tumbó a mi izquierda. Le rocé la cadera con la mano y mi verga también miró al cielo. A mi derecha tenía un tipo peludo, como el oso Yogui pero en desagradable. Éramos más tíos que tías, al menos por mi zona. Pero había chavalas. De las que a mí me gustan. Normales y corrientes. Sé a lo que puedo aspirar. Las mujeres 10 salen en el cine y en las revistas. Se las mira y punto. Luego están las demás. Las únicas posibles. No te dejan sin respiración, pero tienen de todo y son agradecidas. Me encanta ver desnudas a esas mujeres. Uno las contempla y se imagina cosas. Las ve accesibles. Puedes hacértelas. La Nuria por ejemplo. Las mujeres 10 llevan cosida una señal de prohibido el paso en sus pechos divinos. Solo se hablan con millonarios. No lo soy.

A tres cuerpos había otra chica de las que me gustan. Poco pecho, aunque eso ni se sabe. La más opulenta se queda en nada tumbada boca arriba. Ese es un fallo garrafal de la naturaleza. Si hubiera un Dios sensato, lo corregiría. Intenté llamar la atención de la nena. Difícil, estando los dos tumbados. Luego el Spencer Tunick voceó que ya había tomado su primera foto y pudimos incorporarnos.

La chica sin tetas –que, de pie, sí que tenía - era simpatiquísima. Un puro cascabel. Se llamaba Carla. Me dijo que en una hora se iba a montar un fiestón en casa de unos amigos y que estaba invitado. Era muy cerca, a doscientos metros, en la calle de la Creu Coberta. Tuve una inspiración y le hablé de la Nuria, de la Vanesa y del como se llamara. Sin problemas. Podíamos ir los cuatro. No teníamos que preocuparnos de llevar nada. Era una invitación sorpresa y ¿qué se podía comprar un domingo a las siete de la mañana?

La Nuria no se lo pensó dos veces. Se apuntó con una sonrisa de oreja a oreja. Juraría que se le endurecieron los pezones. La nena y el novio no dijeron nada. Ni a favor ni en contra. Quien calla otorga.

En cuanto acabamos lo de las fotos, corrimos a recuperar la ropa. No nos la pusimos. ¿Para qué? Íbamos de fiesta. Mejor llevarla debajo del brazo. Cruzamos la Plaza de Espanta y entramos en Creu Coberta. Da gusto sentir el frescor de la brisa en el culo. Tonifica los músculos. Llegamos al portal indicado. Estaba abierto. Llamamos al ascensor. Bajó. Dos señoras muy peripuestas salieron de la cabina. Debían ir a misa. Se quedaron con la boca abierta.


- Es que vamos a una fiesta – se justificó la Nuria.

Casi apretaron a correr. La más joven no quitaba ojo de mi verga.


- Si quieren venir a la fiesta, están invitadas.

Ahora corrieron. Huían de la tentación. Se escondían del acoso de los machos. Renunciaban al pecado de la carne. Allá ellas.

Subimos al tercero. Puerta ocho. Primera sorpresa: Nos abrió el oso que tuve tumbado a mi vera. El Yogui sin carisma. Tenía pelos por todos lados. Nos hizo pasar y nos ofreció güisqui. Dio de paso un par de cariñosas palmadas a los culos de la Nuria y de la Vanesa. El novio puso cara de mosqueo, pero se aguantó. Un oso es un oso.


-Revolcaos donde os acomode.

Buscamos un hueco. No fue fácil. En lo de las fotos éramos catorce mil quinientos. Aquí seríamos unos catorce mil. Era una señora fiesta. Un chaval pelirrojo con barba y un tatoo en las nalgas me pasó un canuto de marihuana, la Nuria me dio un beso de lengua y una chica rubita me chupó la verga. Sabía chupar de maravilla la condenada. Pasé la pava tras darle una buena calada a la maría y aproveché la ocasión para palpar las carnes de la Nuria con la mano derecha, en tanto buscaba con la izquierda lo que se me pusiera a tiro. La chica rubita seguía a lo suyo, dale que te pego. Un culo. Le aticé unos cuantos pellizcos. Vi por el rabillo del ojo que la Vanesa triunfaba. Les daba marcha a cuatro tíos. Empuñaba una verga en cada mano. Se comía una tercera. Una cuarta polla le buscaba el coñito. ¿Dónde andaría el novio? Un flash. Otro. Alguien hacía fotos. No importaba. De perdidos al río. Agarré a la rubita chupona y me la senté encima. Despatarrada. Cara a mí. Se la metí hasta el fondo. Dio tal grito de gusto que casi acuden los bomberos. La Nuria no se resignaba a permanecer en segundo plano. Me mordía la nuca. Escribía en mis hombros con las uñas. Me restregaba las tetas por la espalda. Tenía los pezones de piedra caliente. Alguien empezó a hacerme cosquillas en el culo. Miré de reojo. Era el novio. Se gastaba una erección muy guapa. Ya no se le veía tan pequeña. Le dejé hacer. En una fiesta todos han de divertirse.

Alguien bajó las persianas de los ventanales. Nos quedamos a oscuras. Ahora sí que fue el desmadre. El acabóse. El no va más. El punto y aparte. ¿Os ha ocurrido en alguna ocasión tantear una entrepierna buscando un coñito y encontrar tranca y par de huevos? ¿O que te toqueteen unas manos que ignoras de quién son? Todo se hace irreal. Al cabo de un rato ya no sabía si me estaba tirando a la Nuria o si era el oso quien se me estaba tirando a mí. Todo eran manos, culos y lenguas. Soy hetero declarado, pero os juro que, en estas ocasiones, da lo mismo tres que treinta y tres. Vas a salto de mata. A lo que salga. Todo vale. Quien haya vivido una orgía, lo sabe. El que no…que no sea bobo y que la viva. Así me entenderá.

Jugué al rugby en la universidad y he estado en cientos de melées. Ninguna como esta. Éramos un montón. Unos encima de otros. Todos bajo de todos. Aquí te pillo, aquí te mato. ¿Quién encendió la luz? Yo le comía el coño a la Nuria. El pelirrojo de la barba y el tatoo intentaba meterme su verga en una oreja. El novio había desaparecido. La Vanesa estaba de tortilla con la Carla, la chica que nos invitó a la fiesta. El oso andaba masturbándose mientras gritaba “¡Visca el Barça!”. Ocho o diez mil follaban como indios. El resto se había rendido. Dormían tirados por el suelo.

Me dije que ahora o nunca. Le di la vuelta a la Nuria y encaré mi verga con su culo carnoso. Una maravilla de culo. Calentito y bueno. Toc, toc. ¿Se puede? Al primer envión le saqué el estómago por la boca. Se la metí entera. Se la veía contenta de veras. Se movía en plan batidora, estrujándome con los músculos del trasero. Toma y daca. Kilo y medio cumplido de matarile. Lástima que el gentío no me dejara concentrarme. Carla, la chica sin tetas que tenía tetas, había acabado sus cositas con la Vanesa en plan suspiros hondos y pelvis estremecidas. Ahora las dos se revolcaban con el pelirrojo del tatoo. Alguien me alargó otro canuto de marihuana. El oso Yogui me besó en la boca y me pasó un buche de güisqui. Recuerdo poco más.

Llegué a casa vistiendo unas braguitas rojas y una falda escocesa. Llevaba en el bolsillo un papel con catorce mil números de teléfono anotados con tinta verde. No sé de quienes son. Todo es cuestión de ir probando hasta dar con la Nuria.

miércoles, abril 21, 2004

Renovarse o morir

Así reza el nick actual de mi estimado hermano Chava, haciendo referencia a que ha mudado su espacio de expresión (AKA: Blogo), pueden acceder a el desde aquí .

Pues bien, eso era todo, los dejo pq mañana tengo mi último examen y aun no estudio nada.

May God be with you, Webriaders.

sábado, abril 17, 2004

Una foto de un pato

Foto de un pato

Historia del conserje

Un desocupado se presenta en Microsoft para obtener el trabajo de conserje. El gerente de RRHH lo entrevista, le hace una prueba (barrer el piso) y le dice:
- El trabajo es suyo; deme su e-mail y yo le enviare un formulario para que lo llene, y la fecha y hora en que deberá presentarse para el trabajo.

El hombre, desocupado, responde que no tiene computador, y mucho menos e-mail.

El gerente de RRHH le dice que lo lamenta, pero si no tiene e-mail, quiere decir que virtualmente no existe y, como no existe, no puede tener el trabajo.

El hombre no sabe que hacer, solamente tiene un billete de u$s 10 en el bolsillo. Entonces decide ir al supermercado y comprar una caja de 10 Kilos de tomates y tocando de puerta en puerta va vendiendo los tomates por kilo y en menos de dos horas, había conseguido duplicar el capital.

Repite la operación tres veces mas y vuelve a casa con u$s 60.

Entonces, el verifica que puede sobrevivir de esa manera, sale de la casa cada día mas temprano y vuelve cada vez mas tarde, y así triplica o cuadruplica el dinero cada día.

Poco tiempo después, se compra un furgón que luego cambia por un camión y en poco tiempo llega a tener una pequeña flota de vehiculos de distribución.

Luego 5 años es dueño de unas de las mas grandes distribuidoras de alimentos de USA.

Pensando en el futuro de su familia, decide sacar un seguro de vida.

Llama al corredor, elige un plan y cuando termina la conversación, el corredor le pide el e-mail para enviarle la propuesta.

El hombre dice que no tiene e-mail.

El corredor le dice:
- Curioso, Ud. no tiene e-mail y llegó a construir este imperio, imagine lo que usted sería si tuviese un e-mail.

El hombre piensa y responde:
- Y... sería conserje de Microsoft.

Moraleja 1:
Internet no soluciona tu vida

Moraleja 2:
Si quieres ser conserje de Microsoft, procura tener un e-mail.

Moraleja 3:
Si no tienes e-mail y trabajas mucho, podrás ser millonario.

Moraleja 4:
Si recibiste esto por e-mail, estás más cerca de ser Conserje que de ser Millonario.

viernes, abril 16, 2004

Welcome back, dear Webraiders

Así­ es, bienvenidos a la nueva versión de este mi humilde blogo, enteramente dedicado a la que de momento es mi pelí­cula favorita: Donnie Darko.
Este layout me tomó los ratos libres de dos dí­as, así­ que no esperen demasiado de el; no se le acerca a los layouts de la Lain o de Will (que para el caso, es lo mismo =P), pero considerando que es mi segundo layout, se defiende.
Por cierto, ya agregué a mis links a los susodichos, así que espero ver pronto un enlace en Wired-Land....

Quien sabe, igual y un día de estos hago algun bannercillo para mi blog, pero despues, hoy ya me dio flojera.

Pues bien, me quedan 3 semanas de clases y una de finales, asÃí que mis posts durante ese lapso de tiempo serán bastante espaciados, no se desesperen, en vacaciones postearé decentemente y, si le robo tiempo al tiempo, quiza me de una vuelta por aquí la semana despues de la que entra.

Por hoy, es todo, me estoy cayendo de sueño y la cama se ve muy seductora...

Que pasen buena noche, Llaneros de la red.

May God be with you.

miércoles, abril 07, 2004

La pasión de el elfo

Tuve el "placer" de ver esta "pelicula" (a ver, traten de usar dos palabras entrecomilladas tan seguidas, verán que no es fácil) un día despues de su estreno, así que como se imaginarán el cine estaba hasta la (literalmente) madre; sin embargo, debido a que tenía un considerable grado de curiosidad, levantado principalmente por la polemica, para con esta película, llegué temprano (con novia incluída) para agarrar un par de lugares decentes.
Con el insoslayable cucurucho de palomitas y la generosa dotación de refresco que suele acompañar una buena función, tomé asiento en mi butaca y me dispuse a descubrir porqué esta (no se si llamarla así) película.
Las luces bajaron su intensidad, permitiendole a los rezagados no dejar sus espinillas en la difícil busqueda de asiento, al tiempo que corrían los consabidos comerciales de otras producciones 100% hollywoodenses, la sala, por extraño que parezca, permanecía silenciosa y expectante, 150 personas, quiza mas, buscaban satisfacer su curiosidad, se sentía que esto no iba a ser moco de pavo.
Finalmente la sala quedó a oscuras, ninguna mano intento escurrirse a donde o debería estar, ninguos labios buscaron a otros, todos permanecían con la vista fija en la pantalla de plata; las imagenes comenzaron a correr frente a todos los pares de ojos que apenas parpadeaban.
Una cita bíblica, un luna llena en el oscuro cielo, Cristo luchando contra la tentación; por su aspecto, uno podría esperar que este Jesucristo desenvainara a Anduril de un momento a otro para defenderse de sus herejes enemigos, sin embargo el parecido, además de casual, era solo temporal; pero no nos adelantemos a los hechos, la historia debe ser contada tal y como es.
Escenas que todos conocemos, una lucha entre judíos y apostoles, alguien pierde su oreja en la refriega, Cristo hace gala de sus poderes y bondad suprema (Dios, si hubiera una versión anime, seguro que Cristo sería uno de esos personajes con los ojos eternamente cerrados y con caracter a lo Belldandy... Ya lo veo: "Las aventuras de Mini-Cristo", acompañado por Ra-chan y sus apostolitos. Featuring Inou Kikuko as Christ =P).
Whatever, despues de una ligera putiza, los perversos judíos se llavan a Cristo para someterlo a juicio por atreverse a poner en duda su fe y, Dios nos libre, auto-proclamarse heredero del susodicho.
Despues de uno que otro putazillo en la corte judía, Cristo es llevado ante Poncio Pilatos, mismo que lo manda con Herodes, este lo devuelve (en lo que sería conocido por la posteridad como el Cristenis) y Pilatos, quien tiene aversión a matar gente (mas no así someterlo a un tratamiento que haría palidecer a los mismos elementos Policia Judicial).
Lo que sigue a continuación no lo puedo relatar aquí, ya que no conozco suficientes sinonimos para las palabras crueldad, sangre y golpes; una secuencia larguisima en la que dos energumenos se encargan de demostrarle a Cristo lo fuerte que pueden pegar y toda la saña que son capaces de poner en su trabajo.
Tras esta larga, cruel, violenta e inecesaria secuencia viene la famosa elección entre nuestro heroe y y el señor Barrabas (que dicho sea de paso, despues de la proverbial putiza propinada a Cristo, se veía mucho mejor).
Pilatos, haciendo gala de una sensatez que nunca le conocí a los romanos de Asterix realiza su famoso gesto de "lavarse las manos" y les entrega al magullado mesías a los judíos, estos lo llevan a crucificar y le hacen cargar su cruz.
Blah, blah, blah, Veronica y su velo, blah, blah, blah, llegan al lugar de la ejecución, mas violencia inecesaria a la hora de clavar a Cristo a la cruz, previa dislocación de los hombros; viene la conversación con los otros condenados, Cristo le promete el cielo a uno de ellos (al otro le come un cuervo los ojos por hereje culero), finalmente Cristo muere, Longinos le da su lanza a Casius para que confirmé el dato, le pican las costillas y sale un chorro de un liquido extraño y desagradable.
Cambio de escena, Cristo resucita y sale el "Directed by Mel Gibson".

A estas altura el cine guardaba cierto parecido con un chapoteadero, ya que toda la gente estaba chillando como puerquitos (Dios, la señora que estaba adelante de mi estuvo berreando toda la película, fue horrible el contenerse las ganas de gritarle que me dejara ver la función en paz), personalmente tenìa una extraña sensaciòn de repugnancia; soy fan del cine Gore, defensor a ultranza de Bruce Campbell y la trilogìa Evil Dead, salo de gusto al escuchar nombres tales como "Return of the living dead 3" e incluso me gustò la peli de "Resident Evil" y me comprè el dvd de Exterminio; no lo presumo, solo lo comento para que sepan que no es fàcil hacerme torcer la nariz frente a una pelìcula, sin embargo este especimen lo consiguió, sin embargo también consiguió mi repugnancia, ya que podría pasar perfectamente por una cinta "snuff".

En conclusión, dos horas y media de ininterrumpida y cruel putiza al hijo de Dios, cero historia o acercamientos poeticos, solo una larguisima secuencia de tortura que va incrementando su nivel hasta hacerse francamente insoportable: los efextos de sonido, a pesar de ser geniales son desagradables (el ruido que hace la piel de las costillas al desprenderse y dejar estas a la vista es horrible), el maquillaje es digno de Tom Savini (veterano en los SFX de las pelis de zombies de los 70's y 80's), realmente hablan en arameo y los escenariosn son realistas a mas no poder; el apartado tecnico es una maravilla, mas lo que hace una pelìcula (guìon, argumento, lenguaje) no existe en esta producciòn, como dije, solo una interminable y violenta secuencia de tortura.

Hay quien dirá que así fue como sucedió (señor papa, no dudo que sea usted fuente fidedigna ya que además de Lestat, es usted la única persona que conozco que pudo haber estado allí, ya sabe, cuando niño) y yo dirè que para eso mejor veo un documental, esto es cine y hay maneras hermosas de llevar incluso las historias que requieren de la violencia.
Dirán que lo que se nos trata de mostrar el lo que Cristo sufrió por nosotros, yo digo que para enseñarnos estos se deben ver sus enseñanzas, su vida, no su muerte.

Me considero (y nunca antes había constado por escrito) cristiano, y no por que sea de esos que andan pregonando "Yo estaba perdido, yo les puedo hablar de drogas, alcohol, robos, asesinatos; no encontraba el camino, pero un día, Cristo entró en mi vida hermano, y me mostró el camino... Por eso vengo aquí vendiendo estas paletitas, para que el dinero que me de, no tener que robarselo" (todos los que hayan usado camiones urbanos alguna vez, saben de lo que hablo...) no, me considero cristiano porque creo en lo que Cristo hizo y dijo (brincandos por supuesto la parte del hijo de Dios, si hay un Señor en el cielo, ya le rendiré cuentas algún día), creo en el amor que profesó, creo en su "amaos los unos a los otros", creo en su "pon la otra mejilla" y creo en el mensaje que nos dejó ya que, haya o no sido hijo de quien decía, lo cierto es que sus actos le dieron la inmortalidad.

En fin, creo en eso, es mi fe si quieren llamarlo así, y esta película hace hincapie en algo que, a fin de cuentas, no es mas que un extremo de la vida, uno especialmente doloroso, pero extremo al fin.

He dicho todo, o casi, lo que tenía que decir acerca de esto.

La verdadera pasión fue ver esta cinta.

Hasta otra, queridos LLaneros de la red.