Caleb y Roldán: Una noche más

Una noche más

La voluta de humo del cigarrillo ascendió hasta el contaminado techo del antro mezclándose en el camino con numerosas sustancias, cuando menos el triple de nocivas, antes de alcanzar su objetivo, una viga ennegrecida por la contaminación post pulmonar del sitio; el hombre que sostenía el cigarrillo apenas si podía llamarse adulto: veintitantos años, chaqueta marrón y jeans de mezclilla raídos de las rodillas; apagó el cigarrillo contra la mesa dejando una fea marca y acto seguido encendió otro dándole una larga calada y soltando luego el humo por la boca en varias etapas formando una serie de círculos concéntricos.
-Un día eso va a matarte ?le dijo su acompañante, un veterano en sus treintas, con arrugas en las comisuras de sus labios que dejaban ver que ahí se asomaba con frecuencia una sonrisa, misma que dirigió en ese momento al primero.
El otro sonrió a su vez y señaló a una joven que se acercaba hacia su mesa.
-Preguntémosle a ella ¿te parece?
-Bien -dijo el otro, mirando divertido como su compañero se dirigía a la chica que, embelesada, fue a sentarse a la mesa con ellos.
-Jessica ?le dijo.
-Roldán ?respondió él, archivando el nombre junto a los otros cientos de nombres femeninos que su amigo había llevado alguna vez.
-Y ya que estamos en eso, yo soy Caleb ?intervino el joven acariciando la cintura de la chica con las manos y acercando los labios a su cuello.
-Eso es desagradable ?le dijo Roldán, sonriendo divertido.
Caleb simplemente alzó los hombros y le clavó unos pequeños y afilados colmillos en la yugular a la joven, que tenía los ojos entornados y se quedaba inmóvil, completamente dócil a los manejos del joven; cuando hubo terminado y dejado el cuerpo inerte de la joven en una silla, apoyada la cabeza entre los brazos como si estuviera borracha, Roldán le señaló a un tipo que no tenía mucho de haber cruzado la puerta.
-Típico mafiosillo wannabe ?comentó Caleb tras evaluar al tipo, con su traje negro, camisa blanca y el pelo amarrado en una coleta, rodeado por cuatro o cinco guardaespaldas- Ah, en fin, a ganarse el pan.
-Muy bien -respondió Roldán- nos acercamos a él sigilosamente y? -no pudo completar la frase, porqué Caleb dio un increíble salto con el que recorrió en un instante los aproximadamente quince metros que lo separaban del hombre y, sin detenerse, le separó la cabeza del cuerpo con sus uñas, que había crecido y cambiado para volverse unas potentes garras.
-¡MALDITA SEA CALEB! ¡TE HE DICHO MIL VECES QUE ESTO SE HACE COMO HUMANOS!¡ -rugió Roldán metiendo las manos a su propio abrigo para sacar una pareja de Berettas negras , apuntó con ellas y eliminó sistemáticamente a los cuatro guardaespaldas que había identificado previamente, dos tiros a cada uno, corazón primero y entre los ojos después, ocho tiros perfectos, algo pasó zumbando junto a su oído y tras el escuchó el sonido gorgoteánte de alguien que se ahoga con su propia sangre, volteó a revisar y vio a un guardaespaldas mas con una navaja clavada en el cuello que se desangraba a toda velocidad; Roldán estaba encima del cadáver decapitado, con el brazo aún estirado tras lanzar la afilada hoja y así permaneció hasta que Roldán, en dos rápidos saltos se colocó junto a él, momento en el que se levantó.
-Ya se, ya se? Como humanos? -dijo.
Y entonces se desató un pandemonio; un gran número de hombres enmascarados atravesaron el techo del lugar y abrieron fuego hacia los dos amigos al tiempo que las puertas se abrían y entraban mas encapuchados, Roldán metió de nuevo las manos a su abrigo y se armó con sus pistolas al tiempo que Caleb echaba mano a su espalda y se armaba con una potente Mágnum.
Un disparo le atravesó una pierna a Roldán que rugió de dolor e ira y barrió a un circulo de atacantes, vaciándoles los cargadores de sus pistolas sin errar un solo tiro, Caleb que disparaba como loco a todo lo que se moviera en su perímetro de visión le pasó dos nuevos cargadores y dejó que su amigo apoyara la espalda contra la suya, posición en la que se cubrían mutuamente y, además, Roldán recibía apoyo para su pierna herida; tras unos minutos de fuego ininterrumpido, con el lugar impregnado del aroma a pólvora, los focos y el mobiliario totalmente destruidos y ningún civil en pie Roldán acabó finalmente con el último tirador enemigo, vació las armas sobre el cuerpo inerte y dejó caer, por última vez, los cargadores.
-Eso fue intenso ?dijo Caleb.
-Sí ?respondió Roldán- y se encontró con que un muerto le apuntaba a la cabeza- Hay mierda- murmuró- Son ellos.
Sin tiempo para cargar las armas, echó a Caleb a un lado y con una velocidad imposible esquivó la bala mientras su cuerpo cambiaba a una forma mas primitiva y bestial, su boca se alargó hasta volverse un hocico y sus extremidades se llenaron de pelo, cuando pasó todo, Roldán se había vuelto una especie de lobo humano que, en tres potentes saltos tomó a Caleb de la cintura y lo sacó de ahí, al tiempo que un ejercito de muertos vivientes se levantaba de entre las ruinas; mientras se alejaban a toda velocidad, en pos de la luna, todavía se alcanzó a escuchar un rugido que decía:
-¡TE HE DICHO MIL VECES QUE ESTO SE HACE COMO HUMANOS, HIJO DE LA GRAN PUTA!



Hace mucho tiempo que tenía a estos dos personajes rondando mi cabeza, junto a otro puñado de cosas; nacieron, creo yo, de mi afición por los comics y las películas violentas y sin sentido aunadas a mi eterno deseo de hacer algo parecido. Pero no con heroes,estoy harto de heroes buenos y también estoy harto de los heroes malos o antiheroes, lo que yo quería eran malos muy malos que fueran protagonistas de historias típicas de comic... es posible que no pueda mantenerlos así por siempre y que tarde o temprano tengan que salvar al mundo o que se yo, en pocas palabras que den el "vegeuetazo"; pero quiero que sepan que nacieron como malos malosos y que, en su origen, no había nada que les preocupara excepto su propio bienestar.
Oh si, mis pequeños asesinos sobrenaturales...

NOTA: Escrito en colaboración con mi hermano, quien exige que se le de crédito como co autor por haberme dado el ánimo para escribir esto.